De Marín a Ézaro: un viaje fascinante por la naturaleza

Desde Marín al Mirador de Ézaro, la tercera etapa de la Vuelta Ciclista a España supondrá cruzarse con algunos de esos mágicos parajes que ofrece Galicia en el primer ascenso de esta edición. El flechazo de la Vuelta con este mirador ocurrió en 2012, cuando ofreció un final de etapa apoteósico con Purito Rodríguez como líder, pero esta subida en Dumbría cuenta con muchísimos más atractivos no sólo para los ciclistas, sino también para los visitantes.

De Marín y sus playas de aguas cristalinas…

La salida tendrá lugar desde Marín, uno de los rincones privilegiados para los amantes de las playas, que encuentran aquí un sorprendente contraste entre la fina arena, el azul del cielo que se refleja en sus cristalinas aguas y la vegetación del entorno. Por algo cinco de sus seis playas cuentan con la denominación EMAS de gestión medioambiental que premian paraísos como los que encontramos en la Playa de Santo del Mar, Mogor o Portocelo.

Pero Marín es mucho más que mar. Situado en las Rías Baixas, este municipio de Pontevedra que vive de la pesca ofrece la posibilidad de hacer todo tipo de actividades al aire libre, que van desde el cicloturismo, al senderismo, la hípica o la vela.

¿Qué ver en Marín?

Habría que remontarse muchos años atrás para entender algunos de los tesoros que han ido dejando diversos pueblos en Marín. Uno de los más conocidos es el Laberinto de Mogor, probablemente uno de los grabados rupestres más populares de toda Galicia. Se trata de petroglifos grabados sobre la Pedra dos Campiños, la Pedra dos Mouros y la Pedra do Labirinto, que componen dibujos circulares que relacionan las culturas Atlántica y Mediterránea.

Los dólmenes de Chan da Armada o los de Mámoa do Rei también merecen la atención de quienes quieran descubrir nuevos restos prehistóricos a lo largo y ancho de España.
Iglesias como la de Santa María del Campo y San Tomé de Piñeiro también son dignas de visita, junto a una parada en la Escuela Naval Militar, que se mudó a Marín desde San Fernando en 1943.

¿Qué comer en Marín?

Las costas de Marín están bañadas por la Ría de Pontevedra, por lo tanto son muchos los peces y mariscos de la mejor calidad que podemos encontrar en esta tierra. Lenguados, rodaballos, chocos, sardinas, nécoras, ostras, mejillones, vieiras… y un sinfín de manjares del mar de los que se puede disfrutar en sus acogedores bares. ¿Para acompañarlos? Nada mejor que un buen Albariño.

… al fascinante Mirador de Ézaro, en Dumbría

La increíble panorámica que ofrece este mirador en uno de los montes del pequeño pueblo de Ézaro es absolutamente fascinante. Poco queda oculto al subir los 100 kilómetros sobre La Coruña en plena Costa da Morte, pero es que además hablamos de un lugar donde ocurre algo insólito en toda Europa: este mirador está ‘regado’ por la única cascada que desemboca en el mar.

Como cuentan en Traveler, desde el mirador es posible ver la desembocadura del río Xallas, la del cabo Fisterra y de las Islas Lobeiras, el monte Pindo y el embalse de Santa Uxía.

En Gran Fondo Ézaro nos avisan: “De todas las ascensiones, la del mirador de Ézaro es la más corta y la de cota más baja, tan sólo 250 metros, pero ese desnivel hay que salvarlo en apenas 1,6 kilómetros”. Suficientes para que el director de la Vuelta prometa que ésta será (junto a la del Mirador de Teixido) una etapa “redonda y completa”.

¿Qué ver en Ézaro?

Además del bello espectáculo que regala aquí la naturaleza en su estado más puro, en Ézaro se encuentra el Centro de Interpretación de la Electricidad ubicado en las antiguas instalaciones de la Central de O Pindo, una oportunidad para descubrir algunos de los secretos sobre cómo se almacenaba y transportaba el agua para generar electricidad.

¿Qué comer en Ézaro?

Proponemos algo distinto a lo habitual y estando en un lugar así, alejado del mundanal ruido, nada mejor que comer en alguno de sus merenderos una vez nos hayamos provisto de la materia prima de la tierra (un aspecto principal si queremos disfrutar de un viaje de primera y a la vez fomentar el comercio local). Si algo tiene esta zona es carne y pescado.

Si preferís visitar algún restaurante próximo al mirador, es imprescindible probar la Caldeirada Marinera, uno de esos platos con los que conseguimos redondear cualquier visita a este paraje espectacular.

Una ruta en bici hacia el Mirador de Ézaro

Una ruta con la que podemos emular a los grandes del ciclismo es la de subida al Mirador de Ézaro que proponen en Wikiloc, de largo recorrido (134,85 kilómetros) y dificultad técnica alta. Es una ruta difícil sólo apta para ciclistas con buenas piernas como los del equipo Caja Rural-Seguros RGA. Si hablamos sólo del ascenso al mirador desde el pueblo de Ézaro, la distancia sería de 1,8 kilómetros con un grado medio de inclinación de 14,6%.

Consulta en el mapa los atractivos turísticos de cada etapa: