La Vuelta ‘viaja’ a la era de los dinosaurios

La 11 etapa de la Vuelta a España ‘viaja’ al pasado para trasladarse a la era de los dinosaurios, cuyas huellas han resistido el paso de millones de años para pasar a formar parte del patrimonio de Colunga y del Museo Jurásico de Asturias. Por primera vez en su historia, la carrera sale de este municipio en un recorrido de 168.6 km que llevará la carrera a un ascenso ya tradicional: el de Peña Cabarga. Este alto ha sido final de etapa en otras cuatro ocasiones, la última en 2013.

Con esta meta, la cuarta consecutiva en alto, el pelotón aterriza en Cantabria tras un ascenso no muy largo pero duro al final, con rampas de hasta el 20%, hasta coronar el ‘Mirador de Santander’, con unas vistas espectaculares de la ciudad, la costa cántabra e incluso los Picos de Europa.

Colunga, siguiendo el rastro del Jurásico

El trayecto de la etapa nº 11 de la Vuelta a España brinda una excelente excusa para seguir el rastro del Jurásico entre las huellas (icnitas) de los dinosaurios que poblaron la zona. En el Monumento Natural de los Yacimientos de Icnitas se observan a la perfección las pisadas que dejaron impresas en la tierra estos grandes reptiles hace más de 150 millones de años.

Su hallazgo ha convertido la zona en lugar de referencia para investigadores paleontológicos, así como para miles turistas cada año. Fue el origen, además, del Museo Jurásico de Asturias, donde se conservan más de 4.000 ejemplares de fósiles. Su singular edificio, con forma de huella de dinosaurio, se sitúa en un entorno privilegiado por su espectacular panorámica de la costa oriental asturiana, donde también queda rastro del paso de estos animales prehistóricos: en la playa de La Griega y los acantilados de Lastres se divisan con nitidez.

Qué ver en Colunga

Más allá de estos importantes vestigios fósiles, merece la pena pasear por las villas marineras que pueblan la costa, en las que el azul del mar se funde con el verde de las pumaradas y de joyas naturales como la Sierra del Sueve. Allí se encuentra el centro de interpretación de nombre homónimo, donde se puede conocer a fondo la historia de esta sierra costera, su flora y fauna, además de iniciar distintas rutas de senderismo (PDF).

Entre los grandes atractivos de este paraíso de asturcones destaca el mirador del Fitu, un ‘balcón’ que ofrece una estampa impresionante de la Cordillera Cantábrica.

A esta sierra costera se unen las formidables playas del Concejo de Colunga y sus inmediaciones, como las de La Isla o La Espasa. Pero también el bonito casco histórico del municipio, donde se puede visitar el Centro de Interpretación El Gaitero Libardón, que rinde homenaje al ilustre músico Ramón García Tuero; la Casa-Palacio de la familia Alonso Covián, donde nació el conocido científico especialista en Nutrición y llegó a pernoctar Carlos V a su paso por la localidad en 1517; o la Iglesia de Santiago de Gobiendes, un templo prerrománico del siglo X que se reconstruyó parcialmente en el XIX, entre otros atractivos culturales.

En este paseo por el patrimonio de la zona no pueden faltar los pueblos marineros limítrofes como Lastres, cuya construcción escalonada con vistas al mar y su arquitectura indiana resultan sorprendentes.

Qué comer en Colunga

Entre los platos característicos del Concejo de Colunga destacan las distintas variedades de ‘fabes’, ya sea con carne de caza o con pescado y marisco.

Es muy típica, además, la caldereta gallega, una delicia que se adaptó en 1890 entre los pueblos marineros de la zona agregando pescados de roca y mariscos. Es especialmente popular la que se cocina en Lastres.

El pescado fresco es otra de las especialidades típicas de esta tierra pesquera, donde también abundan las manzanas, materia prima indispensable para elaborar el caldo por excelencia de la tierra, la sidra. De hecho en Colunga –donde se sigue produciendo de forma artesanal bajo la denominación de origen Comarca de la Sidra– se localizaba la fábrica de sidra champanizada ‘El Hórreo’.

Peña Cabarga, el ‘mirador’ de Santander

En la cima del pico Llen, a 568 metros de altura, se encuentra Peña Cabarga, situada en el Parque Natural de igual nombre, un espacio protegido desde 1989. Desde esta atalaya de espectaculares vistas se puede contemplar Santander, su bahía y el litoral cántabro.

A sus increíbles panorámicas se une la singular belleza de su ladera sur, de donde emergen las columnas de tono rojizo del karst de Cabárceno, formación geológica declarada Punto de Interés Geológico a la que el tiempo ha ido moldeando hasta darle su actual forma.

Este macizo alberga en sus entrañas minas de hierro que se explotaron desde la época romana hasta el siglo XX. Plinio el Viejo hablaba en sus escritos de esta maravilla natural, visible cuando se explora el entorno en las distintas rutas señalizadas. “En la zona marítima que baña el Océano hay un altísimo monte que, parece increíble, todo él es de metal”, señalaba.

En la cumbre de Peña Cabarga se alza el Monumento al Indiano, conocido popularmente como ‘El Pirulí’. Se erigió en 1968 en honor a la Marina de Castilla —la provincia de Santander recibía el sobrenombre de ‘Castilla al Mar’, recuerda El Diario Montañés— y actualmente alberga el Centro de Interpretación de la Geografía y la Historia de Cantabria. Sus instalaciones cuentan entre sus atractivos con una ‘cámara oscura’ que, a través de un sistema de lentes similar al que usaban las primigenias cámaras de fotos, permiten observar reflejos de imágenes del exterior. No obstante, no siempre está abierta a visitas.

Los alrededores de Peña Cabarga ofrecen a los amantes del senderismo bonitas rutas para disfrutar en plena naturaleza. En Viaja en mi mochila recomiendan varias.

¿Qué ver en Peña Cabarga?

El entorno del macizo ‘guarda’, en su interior, parajes naturales de gran valor por su biodiversidad:
El embalse de Heras. Este lago artificial de gran riqueza medioambiental baña los pies de Peña Cabarga. Fue construido en 1902 para abastecer de agua los lavaderos de las minas a través del río Cubón.
La ría de San Salvador o de Tijero. Este enclave de marisma y marjal cercano a Peña Cabarga se ha convertido en hábitat de numerosos ejemplares de aves.
El Castro de Castilnegro. Se trata de un asentamiento amurallado, que data de la Edad de Hierro. Su situación estratégica en una de las cimas centrales de Peña Cabarga demuestra la relevancia cultural e histórica que tuvieron las minas.

Ruta en bicicleta por Peña Cabarga

Aunque se trata de una de las rutas en bicicleta más duras que se puedan realizar por Cantabria debido a su ascenso, los aficionados al ciclismo más avezados no pierden la oportunidad de vivir en primera persona el ascenso a Peña Cabarga.