Eduardo López-Collazo: «El VIH no tiene vacuna aún pero sí medicación»
Eduardo López-Collazo, director científico del IdiPaz, instituto de investigación del Hospital La Paz de Madrid, es una de las voces que con más fuerza reclama que España invierta más en Ciencia. Autor junto al virólogo José Alcamí del libro Coronavirus. ¿La última pandemia?, analiza para Seguros RGA que además de las vacunas, son importantes los tratamientos o métodos de diagnóstico.
¿Por qué es importante que España invierta, al menos, el 2% del PIB a la Ciencia?
Si miramos nuestro mejor entorno el 2% es la cifra mínima. Deberíamos tenerla cómo límite inferior y sólo permitir subidas en tiempos de bonanzas. Reducir el gasto en investigación es algo tentador por muchas razones: la sociedad no protesta, los efectos no son visibles a corto plazo y los afectados directos e inmediatos son unos cuantos “freaks” que nunca harán huelga y si la hacen nadie se entera. Es un coto apetitoso para políticos y gestores que necesitan reducir gastos.
La pandemia por COVID-19 ha puesto de manifiesto la importancia de avances como las vacunas. ¿Qué piensa de las corrientes antivacuna que se han popularizado en los últimos años?
Desafortunadamente, la pandemia sólo ha evidenciado la importancia de las vacunas y no de la búsqueda de tratamientos, métodos de clasificación, diagnóstico… Recordemos que el VIH no tiene vacuna aún pero sí medicación. Con esto quiero decir que, nuevamente, la sociedad y con ella los políticos siguen con una miopía perversa.
Algo hemos hecho mal o simplemente no hemos hecho desde la ciencia para que existan los antivacunas. Es falta de educación científica. Se debería tener conocimientos básicos de ciencia como algo primordial, de la misma manera que aplaudimos que alguien conozca de música, historia del arte y arquitectura. Con unos mínimos en este sentido, no tendríamos a los terraplanistas y los antivacunas.
A propósito de vacunas. ¿Las fechas que se barajan para disponer de una contra la COVID son realistas?
Me quedo perplejo cuando veo a los ministros hablando de fechas. El de Ciencia se aventuró a decir que en abril tendríamos vacuna y sería española, abril de 2020. Ahora el de Sanidad dice que para principios de 2021 o quizá en un mes. Los científicos no lo sabemos. Puede que incluso nunca la tengamos. Los ensayos clínicos fase III siguen, hasta que no finalicen no sabremos nada. Además, todo puede cambiar cuando se haga una vacunación masiva. En ese momento sabremos la eficacia.
Has co-publicado el libro ‘Coronavirus. ¿La última pandemia?’ ¿Debemos estar preparados para nuevas pandemias como la desatada por el SARS-CoV-2?
Esta pandemia no es la primera de hecho, la historia de la humanidad se puede hacer siguiendo las estelas de las epidemias y pandemias. Tampoco será la última. Si seguimos con la locura de no hacer caso al cambio climático y mantenemos el ritmo de desforestación, estaremos provocando nuevos saltos de virus al ser humano. Recuerda que la zoonosis es eso y ahí está el origen de las últimas pandemias: el VIH/SIDA, la SARS-CoV-2/COVID-19. Dejando al descubierto entornos vírgenes facilitamos la zoonosis.
Has investigado sobre el sida y al VIH dedicaste el libro VIH, historia, presente y futuro de una pandemia. ¿Qué comparten y qué no el VIH y el SARS-CoV-2?
En realidad, he investigado poco sobre VIH si entendemos investigar por desarrollar proyectos en un laboratorio. Tengo sólo dos trabajos científicos publicados en este tema. Pero siempre me ha apasionado desde el punto de vista inmunológico y por eso escribí el libro que mencionas. El VIH y el SARS-CoV-2 no se parecen más allá de alguna clasificación demasiado general. Comparten que saltan al ser humano mediante una zoonosis.
¿Cuándo supiste que querías ser científico?
Desde que nací… (risas). Esto lo he contado varias veces. De pequeñín me gustaba que me leyeran libros, mi madre, para rebajar el nivel de exigencia a la que le tenía sometida, me enseñó a leer. Fue entonces que cayó en mis manos una biografía para niños de Madame Curie. Aquello me iluminó. Ya sabía que quería ser científico. Tuve un laboratorio en el patio de mi casa y un telescopio en la azotea. Creo que sacrifiqué un número enorme de lagartijas en fracasados intentos de trasplantarles el corazón. Varias veces provoqué fuego mezclando sustancias y me las ingenié para fabricar un mando a distancia para la tele… en mi pueblo no existían esas cosas. Siempre quise ser científico.
Si tuviera que elegir el top 3 de los científicos, ¿con cuáles se quedaría y por qué?
Madame Curie, por su tenacidad; Einstein, por esa inteligencia abrumadora y Darwin, por la capacidad de observación. Se me quedan fuera algunos otros… ¿Me dejas añadir a la triada a Rita Levy-Montalcini?
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Felicidades por la entrevista , por los libros que tienes publicados y gracias por seguir investigando para luchar contra las enfermedades y como no una llamada a los políticos para que ayuden a la investigación, para que la ciencia pueda ayudarnos a la población. Gracias