La Vuelta vive su etapa más poética en Orihuela

“Si queréis el goce de visión tan grata que la mente a creerlo terca se resista; si queréis en una blonda catarata de color y luces anegar la vista; si queréis en ámbitos tan maravillosos como en los que en sueños la alta mente yerra revolar, en estos versos milagrosos, contemplad mi pueblo, contemplad mi tierra”.

En sus versos Miguel Hernández supo describir como pocos la belleza de su tierra natal, Orihuela. Sus rimas estarán muy presentes en la novena etapa de la Vuelta Ciclista a España 2017, que tendrá el litoral levantino como protagonista. En la cuna del poeta, final de etapa en cuatro ocasiones, el cuentakilómetros se pondrá a cero para dar, en esta ocasión, el pistoletazo de salida a la carrera, que promete alguna fuga. El pelotón se dirigirá a la Cumbre del Sol, desde donde se puede observar una panorámica espectacular de la Costa Blanca. Ascender a la cima no será tarea fácil, con cuatro kilómetros con pendientes que superan el 20%.

Esta ronda supone la excusa perfecta para visitar en bicicleta La Senda del poeta (PDF), una ruta que aúna senderismo y poesía. El paseo parte de su casa natal, recorre el conjunto histórico artístico de Orihuela, que conserva cinco monumentos nacionales, así como el de otras localidades alicantinas que forman parte de su biografía como Cox, Albatera y San Isidro. El lirismo de Miguel Hernández llevará a los viajeros, además, por zonas de gran valor ecológico como el Parque Natural de El Hondo.

La tierra que inspiró al poeta guarda otras muchas singularidades. Su bella Costa aún conserva espacios vírgenes como Sierra Escalona o la cala de la Mosca, además de parajes peculiares como las praderas de Posidonia de Cabo Roig, un ecosistema marino declarado Lugar de Interés Comunitario por su gran valor. En la Vega Baja del Segura se alza además la Huerta de Orihuela, un ecosistema único del que solo existen 10 ejemplos en el mundo. Olivos y almendros visten los campos de la comarca, donde crece un exótico ‘bosque’: el palmeral de Orihuela, poblado por palmeras datileras autóctonas. Al verlas, uno recuerda aquellos versos de Hernández sobre la Palmera levantina.

Situado en pleno corazón de la Costa Blanca, el Poble Nou de Benitatxell, por su parte, alberga espacios de singular belleza: miradores que arrojan unas panorámicas impresionantes del hermoso entorno, dominado por el Puig de la Llorença, una zona de Protección Especial, al igual que el Parque natural de la Granadella (Jávea). Aunque se trata de un municipio de interior, su término municipal está bañado por el litoral Mediterráneo, que perfila en su entorno hermosas calas de arena blanca como la de Moraig, Llebeig y Testos, y espacios naturales como la Cova dels Arcs, denominada así por los arcos que dibujan sus rocas en el agua, o la Falla Moraig. Su costa describe altos acantilados -algunos puntos superan los 100 metros sobre el nivel del mar- por donde los pescadores de Benitachell se colgaban para faenar. Sobre sus paredes pueden observarse las escaleras y estructuras que empleaban para conseguir sus capturas. Esta zona de la Costa Blanca es ideal para la práctica de senderismo, pero también de submarinismo, ya que las oquedades y cuevas que ‘esconde’ su litoral resultan sorprendentes.

Los aficionados al ciclismo también pueden disfrutar de bonitas rutas, como la de Calistros a Abiar, de dificultad media-baja, por el entorno rural cercano, plagado de viñedos donde crece la uva moscatel; o la Ruta Puig Llorença, con 10,3 kilómetros de dificultad alta por sus importantes rampas. Su recorrido es ya conocido por los amantes de la bicicleta, ya que la Vuelta la dio a conocer en 2015 con un final de etapa de impactantes vistas.

Los ciclistas con experiencia pueden ascender, asimismo, a la Cumbre del Sol, para experimentar personalmente lo que supondrá para el pelotón esta ronda cargada de lirismo y de belleza en altura.